El sistema de enmarcado es un problema constante para muchas de las piezas que llegan al taller con su marco original. Todos fueron montados con maderas que con el tiempo han envejecido y que han traspasado la acidez en la obra de arte. Una de las soluciones es cambiar el marco y sustituirlo por uno nuevo que siga los estándares de conservación aceptados. En el taller preferimos mantener los marcos originales siempre que sea posible y por lo tanto ofrecemos la opción de proteger la pieza de los gases que desprenden las maderas y los cartones del sistema de enmarcado original.

Este es el caso que nos ocupa, la fantástica obra en acuarela y lápiz de grafito sobre papel del artista Ismael Smith titulada «El descanso» llegó al taller porque necesitaba una «revisión». El sistema de enmarcado era el original y se había ido deteriorando con el tiempo: las esquinas habían perdido el yeso y enseguida se detectó que el papel se había ido acidificante en contacto con la madera de la cubierta posterior del marco y se determinó que la pieza debía aislar si se querían conservar las piezas originales.

Se comenzó desmontando el marco con mucho cuidado y se pudo observar como la madera había traspasado la acidez hacia el papel, la imagen se puede ver claramente la marca de los materiales migrados de un lado a otro. Era vital, pues, aislar la obra de arte si se quería asegurar la preservación de cara al futuro.

Se realizó una limpieza en seco en el papel tanto por el anverso como por el reverso así como los materiales que formaban el sistema de presentación.

Seguidamente se procedió a proteger la pieza original del resto de elementos. Por ello se siguió un sistema muy utilizado en la preservación de fotografías sobre placas de vidrio que consiste en realizar un sandwich formado por el [vidrio original + la obra + un soporte secundario a elegir] que en el caso de las fotografías es una placa de vidrio nueva y en el caso de este sistema de enmarcado fue un cartón de conservación. Este sandwich envuelve con una cinta autoadhesiva de conservación que sujeta y aísla el conjunto. Después colocamos nuevamente la obra en el marco y volvemos a montar la madera posterior sabiendo que la acidez de generada por su envejecimiento no traspasará a la obra original. Por último, con el marco ya montado, reintegramos las esquinas con escayola y retocando con gouache. [/column]