Llegaron al taller 165 expedientes de obras públicas cosidos, todos afectados por el ataque de los microorganismos. Los documentos habían estado aislados convenientemente por el personal del archivo dentro de sobres de plástico de teraftelato de polietileno con la finalidad de controlar la extensión de la infección. 
La alteración química provocada por las enzimas de los microorganismos afectaba a uno de los bordes de los documentos ya fuese el lomo o el corte exterior donde se apreciaba una pérdida notable del soporte que no había afectado a la integridad de la información. No se observan a primera vista esporas que hagan pensar que estuviesen activas. Los legajos se podían clasificar según las zonas afectadas por las encimas de los microorganismos en:
- Zonas con afectación leve: aquellas zonas que, aunque se veían afectadas, tan solo se apreciaba un viraje en la coloración des del amarillo hasta el lila. Físicamente estaban en buen estado y podían manipularse con seguridad.
- Zonas con afectación grave: aquellas zonas afectadas por microorganismos que, además de tener una coloración diferente, eran ligeramente más frágiles, y manipulándolas se corría el riesgo de desgarrarlas.
- Zonas con afectación muy grave: aquellas zonas que se deshacían solas sin apenas manipularlas.
Además de las pérdidas debidas a los hongos también se observaban, en menos grado, galerías de insectos con los correspondientes excrementos y suciedad generalizada. Intercalados entre los documentos también había diarios muy acidificados que habían traspasado la acidez a las páginas anexas y mapas de tela almidonada que se veían claramente más afectados por los microorganismos que el resto de los documentos. 
La propuesta de intervención consistió en una limpieza en profundidad aspirando con filtros HEPA cada una de las páginas de los expedientes, descosido de los expedientes que estaban afectados por la parte de la costura y que escondían los hongos entre los pliegos y consolidando con papel japonés de bajo gramaje las zonas afectadas por los hongos, y también se intercalaron camisas de papel barrera entre los diarios previendo la migración de la acidez. 
Se considera actuación de mínima intervención porqué se llevaron a cabo los procedimientos mínimos para conseguir el único objetivo de permitir la manipulación, la digitalización y sobretodo la perdurabilidad de los documentos. Es por eso que ni se usó papel japonés teñido, ni el mismo gramaje, ni se volvieron a coser los legajos que se habían desmontado. 
