Manuscrito escrito con tintes metaloácidas que con el paso del tiempo se han deteriorado hasta que las letras han traspasado de una cara a otra del papel. Ante la imposibilidad de leer el contenido se le pide al taller un retoque digital de la imagen proporcionada por el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona con la finalidad de interpretar su contenido.
Mediante el retoque digital y la superposición de capas y en base a los conocimientos de paleografía consigue un trazado nítido nuevamente legible que conserva la textura tanto de las tintas como del papel original.
En las imágenes al pie pueden observarse de izquierda a derecha la imagen antes de ser retocada donde la lectura es prácticamente imposible y dos resultados finales con más y menos textura original correlativamente.