Conservación y restauración

Restauramos obras realizadas sobre papel, pergamino y piel, sea cual sea la técnica artística que se haya utilizado: carboncillo, tinta manuscrita, acuarela, guache, impresión, fotografía, etc.

¿Qué hacemos?

La conservación y restauración se llevan a cabo cuando la conservación preventiva no ha sido efectiva o ha sido inexistente. Implica una intervención directa sobre la pieza y requiere unos criterios mínimos que son básicos y que deben plantearse antes de tocar la pieza. El patrimonio documental y la obra gráfica engloban un amplio abanico de objetos realizados con múltiples técnicas que a menudo combinan distintos materiales, como la encuadernación que puede incluir papel, piel, pergamino y tela en un solo objeto.

¿Cómo lo hacemos?

En el taller sólo utilizamos materiales que han sido química y físicamente probados. Han demostrado la estabilidad química y física a lo largo del tiempo y tienen un comportamiento controlado delante del envejecimiento. Así podemos asegurar que ninguno de los materiales que utilizamos perjudica a la pieza restaurada.

La reversibilidad de los materiales es un punto muy importante a tener en cuenta cuando se inicia una restauración. Teniendo en cuenta que la mayoría de piezas nos sobrevivirán (o deberían sobrevivirnos), debemos pensar que en un futuro, más o menos lejano, las restauraciones que hemos realizado podrían necesitar ser reversibilizadas, es decir, eliminadas o modificadas.

En restauración existe un concepto llamado “falso histórico”. El falso histórico se produce cuando somos incapaces de distinguir cuál es la pieza original y cuál es la zona que hemos reintegrado durante la restauración. Con el criterio de la legibilidad siempre procuramos que  nuestra faena sea fácilmente identificable.

Como tendencia de los últimos años añadimos el criterio de la mínima intervención. Consiste en actuar lo menos posible sobre la pieza, es decir: si un libro conserva un buen cosido optaremos por no descoserlo si no es estrictamente necesario.

Memoria de restauración

El ingreso al taller de una pieza para restaurar, implica automáticamente una documentación exhaustiva que se traduce posteriormente en forma de memoria. Esta memoria de restauración refleja:

  • El estado de conservación de la pieza antes de la intervención
  • Los resultados de los análisis físicas i químicas
  • Los procedimientos, técnicos y materiales de la restauración
  • Unos consejos básicos para a la buena conservación de los objetos

Esta memoria podrá ayudar, en un futuro, a entender mejor el envejecimiento de las piezas i facilitara la tasca a futuros conservadores y restauradores a reversibilizar los procesos si fuera necesario.

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