«El mes de mayo del año 1993 se incendió una habitación del Hogar Infantil del Puig d’en Roca. En esta habitación había documentación del Hospicio que se estaba preparando para ser transferida al Archivo Histórico de Girona, que resultó dañada por el fuego y por el agua que se utilizó para su extinción».
Años más tarde, la Diputación de Girona, a iniciativa de su Archivo General, en pro de la conservación del fondo, decidió tratar la documentación para hacerla accesible a los usuarios del Archivo.
El conjunto de 32 libros que se intervienen pueden dividirse en tres bloques:
– Libros en estado regular: sin libros que se han visto poco afectados por el incendio. Generalmente conservan la encuadernación aunque la mayoría han perdido el lomo. En la mayoría de los casos las tapas están quemadas en diferente grado. Presentan unos cortes ennegrecidos por las altas temperaturas pero las páginas se encuentran en buen estado, la zona del lomo de los cuadernillos no ha llegado a quemarse y muchos todavía conservan el cosido, aunque en algunos casos está muy debilitado.
– Libros en estado malo: son libros que se han visto afectados por el fuego. En la mayoría de los casos no conservan el lomo de la encuadernación ni tampoco los cuadernillos, que se han quemado, lo que provoca que los folios no estén agrupados de ninguna manera corriendo el riesgo de perder el orden. También son libros que tienen el corte superior más deteriorado, con páginas muy frágiles por las altas temperaturas, que se quiebran con solo tocarlas.
– Libros en estado desastroso: Hay pocos de ellos pero son libros que están muy quemados por los cuatro lados y que tienen los márgenes muy frágiles, que se quiebran con sólo mirarlos.
La propuesta de intervención se basa en la estabilización de las piezas, para permitir su conservación, su consulta y su digitalización. Los libros se restauran, según su grado de deterioro, numerándolos y desmontándolos, limpiando el hollín y la suciedad superficial, raspando las zonas calcinadas, consolidando aquellas zonas más debilitadas por las altas temperaturas y procurando conservar el mayor número de elementos originales posibles. Finalmente, se elaboran cajas individuales para aquellos libros que lo necesitan.
1- Limpieza mecánica en seco del hollín con esponja de humo. 2- Raspado de las zonas calcinadas con el bisturí. 3- Numerado y desmontado de los libros (cuando era necesario). 4- Conservación del máximo número de elementos originales, en este caso los papeles de las tapas. 5 i 6- Laminación de las zonas más debilitadas. 7- Refuerzo de los lomos que no se habían quemado completamente. 8- Consolidación de los cuadernillos que se habían calcinado. 9- Consolidación de los márgenes si era necesario.
Algunos de los libros quemados antes y de la restauración y algunos ejemplares después de la restauración
